El periodismo moderno ha generalizado un estilo de redacción singular: frases directas y cortas, construcciones sintácticas sencillas, lenguaje comprensible y una estructura del texto particular. Por otro lado, debe seguir lo que se conoce como la teoría de la pirámide invertida: lo más sustancial de la información debe expresarse, sin ningún tipo de rodeos, al principio del texto y lo menos importante al final. Esto permite cortar los textos por el final, sin perder apenas contenido informativo.
El periodismo, ha acuñado por otro lado, una separación muy estricta entre los géneros:
- Informativo: Comunica hechos y acontecimientos. A él corresponde la noticia, puramente informativa y que trata un hecho concreto; el reportaje, una noticia ampliada, en la que el periodista introduce un estilo menos frío que en la noticia ya citada y puede extenderse sobre los asuntos que considere interesantes sin tener que respetar tan estrictamente la ley de la pirámide invertida; la entrevista, un diálogo con un personaje; la crónica, descripción reportajeada de acontecimientos sucedidos en un periodo de tiempo determinado y seleccionados con cierta libertad por el periodista.
- De opinión: Expresa la opinión del diario o del periodista. Generalmente se separa de los textos de carácter informativo. Destacan el editorial, que refleja la opinión del diario sobre un tema concreto y viene sin firmar; el artículo, que, firmado por un periodista, puede entrar en el análisis y la valoración de un tema concreto (en él se permite mayor libertad estilística que en el editorial); y la crítica, que es un texto de valoración concreta de una obra.
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